Les confieso que no tenía no pajolera idea de quién era el cardenal Prevost, ahora León XIV.
No se por donde tirará y no me atrevo a hacer un pronóstico, pero les garantizo que en unos meses lo tendremos clarísimo.
Si el nuevo Papa no viene a España y siguiendo el nefasto ejemplo de su predecesor peronista opta por asumir la ‘Leyenda Negra’ y abrazar con sonrisa bobalicona, como si fueran sus novias, a los Maduro, Evo y compinches, ya le pueden ir dando.
Si por el contrario y como espero a la vista de la indumentaria con que salió el balcón -muceta roja, estola y roquete- para saludar a la multitud congregada en la Plaza de San Pedro, reconduce al Vaticano a la senda de la sensatez, tendrá todos mis parabienes.
Creo que es muy importe, vital, en instituciones que exigen de la ciudadanía el ‘salto de la fe’, como son la Iglesia o la Monarquía, no hacer cabrioles, no apostar por las moderneces, olvidarse a agradar al progre y aferrarse al rito y la liturgia.
Tenía yo 12 años cuando se abandonó el latín y el cura comenzó a decir misa mirando a los parroquianos en lugar de levantar los ojos a Dios y no me he recuperado desde entonces.
Algo parecido me sucedió con la abdicación de Juan Carlos I en 2014, que en lugar que hacerse con todo boato en el Palacio Real, parecía grabada en el cuarto de escobas de la Zarzuela y fue retransmitida de forma singularmente cutre por TVE, como si fuera la declaración de un consejero de agricultura.
No voy a ahondar en esto, porque hoy no toca, pero el Rey Felipe y la Reina Letizia deberían mirar más, si piensan en el futuro, hacia Buckingham Palace y los Windsor que al barrio de Malasaña y a los colegas de pinchos.
Dicho esto y volviendo al Vaticano; sobre los hombros del estadounidense Prevost -ahora León XIV- ha recaído la inmensa responsabilidad de guiar a la Iglesia católica en una etapa convulsa.
Todo pesa, desde su origen en Chicago a su condición de agustino pasando por su peripecia misionera, pero sería absurdo ponernos a pontificar sobre que tipo de Papa será, como hace histérica esa legión de majaderos que puebla las tertulias televisivas. Una recua, por cierto, que siendo visceralmente ajena al catolicismo expiden certificados de idoneidad cristiana.
León XIV, el primer Papa norteamericano de la Historia, no es el sucesor del argentino Francisco; es el sucesor de San Pedro.
No se por donde tirará y no me atrevo a hacer un pronóstico, pero les garantizo que en unos meses lo tendremos clarísimo.
Si el nuevo Papa no viene a España y siguiendo el nefasto ejemplo de su predecesor peronista opta por asumir la ‘Leyenda Negra’ y abrazar con sonrisa bobalicona, como si fueran sus novias, a los Maduro, Evo y compinches, ya le pueden ir dando.
Si por el contrario y como espero a la vista de la indumentaria con que salió el balcón -muceta roja, estola y roquete- para saludar a la multitud congregada en la Plaza de San Pedro, reconduce al Vaticano a la senda de la sensatez, tendrá todos mis parabienes.
Creo que es muy importe, vital, en instituciones que exigen de la ciudadanía el ‘salto de la fe’, como son la Iglesia o la Monarquía, no hacer cabrioles, no apostar por las moderneces, olvidarse a agradar al progre y aferrarse al rito y la liturgia.
Tenía yo 12 años cuando se abandonó el latín y el cura comenzó a decir misa mirando a los parroquianos en lugar de levantar los ojos a Dios y no me he recuperado desde entonces.
Algo parecido me sucedió con la abdicación de Juan Carlos I en 2014, que en lugar que hacerse con todo boato en el Palacio Real, parecía grabada en el cuarto de escobas de la Zarzuela y fue retransmitida de forma singularmente cutre por TVE, como si fuera la declaración de un consejero de agricultura.
No voy a ahondar en esto, porque hoy no toca, pero el Rey Felipe y la Reina Letizia deberían mirar más, si piensan en el futuro, hacia Buckingham Palace y los Windsor que al barrio de Malasaña y a los colegas de pinchos.
Dicho esto y volviendo al Vaticano; sobre los hombros del estadounidense Prevost -ahora León XIV- ha recaído la inmensa responsabilidad de guiar a la Iglesia católica en una etapa convulsa.
Todo pesa, desde su origen en Chicago a su condición de agustino pasando por su peripecia misionera, pero sería absurdo ponernos a pontificar sobre que tipo de Papa será, como hace histérica esa legión de majaderos que puebla las tertulias televisivas. Una recua, por cierto, que siendo visceralmente ajena al catolicismo expiden certificados de idoneidad cristiana.
León XIV, el primer Papa norteamericano de la Historia, no es el sucesor del argentino Francisco; es el sucesor de San Pedro.
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00:00Les confieso que no tenían ni pajolera idea de quién era el cardenal Prebost, ahora León XIV.
00:07No sé por dónde tirará y no me atrevo a hacer un pronóstico, pero les garantizo que en unos meses lo tendremos clarísimo.
00:16Si el nuevo Papa no viene a España y siguiendo el nefasto ejemplo de su predecesor peronista,
00:22opta por asumir la leyenda negra y abrazar con sonrisa bobalicona, como si fueran sus novias,
00:28a los Maduro, Evo Morales, Évole y con pinches, ya le pueden ir dando.
00:35Si por el contrario, y como espero, a la vista de la indumentaria con que salió al balcón,
00:41Muceta Roja, Estola y Roquete, para saludar a la multitud congregada en la plaza de San Pedro,
00:47reconduce al Vaticano, a la senda de la sensatez, tendrá todos mis parabienes.
00:53Creo que es muy importante, vital en instituciones que exigen de la ciudadanía el salto de la fe,
01:00como son por ejemplo la iglesia o la monarquía, no hacer cabriolas, no apostar por moderneces,
01:07olvidarse de agradar al progre de turno y es muy importante aferrarse al rito y a la liturgia.
01:15Tenía yo 12 años cuando se abandonó el latín y el cura comenzó a decir misa mirando a los parroquianos
01:23en lugar de levantar los ojos a Dios y no me he recuperado desde entonces.
01:27Algo parecido me sucedió con la abdicación de Juan Carlos I en 2014,
01:32que en lugar de hacerse con todo boato en el Palacio Real, parecía grabada en el cuarto de escobas de la zarzuela
01:39y fue retransmitida de forma singularmente cutre por Televisión Española como si fuera la declaración de un modesto consejero de Agricultura.
01:48No voy a ahondar en esto porque hoy no toca, pero el rey Felipe y la reina Leticia deberían mirar más,
01:55si piensan en el futuro, hacia el Palacio de Buckingham y hacia los Windsor,
02:00que al barrio de Malasaña y a los coleguitas de pinchos y cañas de cerveza.
02:05Dicho esto, y volviendo al Vaticano, sobre los hombros del estadounidense Prevost, ahora León XIV,
02:11ha recaído la inmensa responsabilidad de guiar a la Iglesia Católica en una etapa mundial convulsa.
02:18Todo pesa, desde su origen en Chicago a su condición de Agustino, pasando por su peripecia misionera,
02:24larga peripecia por cierto, pero sería absurdo ponernos a pontificar sobre qué tipo de papa será,
02:31como hace ahora la histérica legión de majaderos que puebla las tertulias televisivas.
02:38Una recua, por cierto, a la de estos majaderos, que, siendo visceralmente ajena al catolicismo,
02:44espide certificados de idoneidad cristiana.
02:48León XIV, el primer papa norteamericano de la historia, no es el sucesor del argentino Francisco,
02:55es el sucesor de San Pedro.
02:57¡Gracias!