Category
🗞
NoticiasTranscripción
00:00Pues mira, yo no sé si en la Antigua Roma tenían mucho miedo, pero sí que sabemos
00:10que tenían muchos miedos, o al menos muchas formas de llamar al miedo. La menos reconocible
00:16hoy es precisamente la palabra miedo, que nos llegó del metus latino, raíz también
00:21del adjetivo medroso o del verbo amedrentar. Todas las demás, terror, pavor, horror, llegaron
00:28intactas al castellano, o casi, en el caso de la palabra temor. Y por si no tuviéramos
00:33suficiente, del griego y de su panteón nos llegaron después también el pánico, por
00:38el miedo atroz que suscitaba el dios Pan cuando enfurecía, y las fobias, un epónimo de Phobos
00:44que era hijo de Ares y de Afrodita y que era la personificación del temor y del horror.
00:50Aunque en nuestro idioma, aparte del temor angustioso e incontrolable por algo, con las
00:55diferentes variantes de fobias, nombramos más bien la sensación de aversión, de asco,
01:00de repulsión hacia algo o hacia alguien, desde la gordofobia a la xenofobia. El refranero
01:06popular que es muy sabio aconseja cantar para espantar los miedos, quien canta su mal o
01:13su miedo espanta. El genio del idioma, sin embargo, para conjurarlo optó por darle un
01:17sentido más al miedo, y por eso cuando decimos que alguien canta de miedo o que en tal sitio
01:23se come de miedo, estamos alabando, estamos recomendando, no estamos espantando a la gente,
01:29y cuando el ausente francino suelta algún taco en la radio sin estar indignado, es que
01:34se lo está pasando de miedo.