Este domingo será la tercera ocasión en toda la historia en que la imagen sale de la basílica, y lo hace para celebrar los mil años desde la fundación del monasterio benedictino.
La imagen ha sido trasladada inicialmente a un bayarte de 1916, restaurado especialmente para la ocasión. Al llegar a la plaza, la Virgen ha sido resguardada con el tálamo que ya se usó en 1947.
Para su traslado a la plaza, el párroco del santuario, el padre Joan M. Mayol, ha retirado a la Virgen de su trono y se la ha entregado al abad de Montserrat, Manel Gasch Hurios, quien la ha bajado hasta la entrada del camarín, donde le esperaban el prior y el subprior de la abadía, Jordi Puigdevall y Bernat Juliol, respectivamente.
La imagen ha sido trasladada inicialmente a un bayarte de 1916, restaurado especialmente para la ocasión. Al llegar a la plaza, la Virgen ha sido resguardada con el tálamo que ya se usó en 1947.
Para su traslado a la plaza, el párroco del santuario, el padre Joan M. Mayol, ha retirado a la Virgen de su trono y se la ha entregado al abad de Montserrat, Manel Gasch Hurios, quien la ha bajado hasta la entrada del camarín, donde le esperaban el prior y el subprior de la abadía, Jordi Puigdevall y Bernat Juliol, respectivamente.
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