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Isaías Lafuente elige 'Opus' como la palabra del día de este jueves 6 de febrero.

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Transcripción
00:00Ayer vimos como Ramón Gómez de la Serna, el creador de las greguerías, no inventó la palabra,
00:09sino que la adotó de un nuevo significado para nombrar su creación. Por lo mismo hizo Escribá
00:14de Balaguer, que tomó viejas palabras latinas para nombrar su organización en 1928. Opus Dei,
00:20la obra de Dios, literalmente, porque opus en latín es eso, era obra. Pero mucho antes de
00:26que naciera Escribá de Balaguer, opus ya nombraba en castellano otro tipo de obras,
00:30aquellas piezas musicales que se numeran con relación al conjunto de la producción general
00:36de un compositor. La palabra tuvo también un hijo, el diminutivo opúsculo, para referirnos
00:41a una obra científica o literaria de poca extensión o de poca importancia. Y la cosa
00:46no dio más de sí. Pero si volvemos al latín, al declinar la palabra opus nos tomamos con el
00:52nominativo plural ópera, que nos permite identificar la raíz de otras palabras castellanas
00:58sin necesidad de ser filólogos. Así, los italianos tomaron el término, y nos lo exportaron, para
01:04nombrar esa obra dramática musical cuyo texto se canta. De esa palabra latina también nacieron
01:09términos como operar y operación, y la locución ópera prima, que no es la primera obra de la
01:15hija artista de nuestros tíos, sino la primera creación de un autor. Y por evolución, nuestros
01:22anónimos antepasados cogieron la ópera italiana, cambiaron la p por la b, prescindieron de la e,
01:28y la ópera pasó a ser eso, pasó a ser obra. Con estas raíces, los seguidores del opus podrían
01:35haber sido obreros u operarios de Dios, pero se acuñó otro término preciso, opus deista,
01:41que entró en el diccionario en la última edición, hace tan solo 10 años. Para no
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