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00:00Buenos días. Mala cosa cuando una misma mañana te ofrece dos motivos para la indignación. Por
00:05una parte, la importación de basura de Ibiza a Mallorca, no por los ibicencos, sino por el
00:10gobierno predispuesto a inundar la comunidad de residuos. Por otra parte, la secuela inevitable
00:16del Sawyerland que ya comentamos aquí, que ahora se llama Santañiland. Casi cada pueblo de Baleares
00:21podría apuntarse a esta protesta efectiva por simplificada al extremo, apoyada en la IA o
00:27inteligencia auténtica. Los habitantes de las poblaciones invadidas no reclaman sus derechos,
00:33se limitan a recordar su vida anterior y, sin expresarlo, se preguntan qué han ganado con el
00:39cambio. Por ejemplo, yo antes podía regresar a la vila es demoledor por su minimalismo intrínseco,
00:46donde se reivindica la esencia elemental de la residencia. Nosotras antes podíamos aparcar
00:51es otra evidencia mecánica de un paraíso perdido. Yo antes podía sentarme a tomar un café,
00:57despide el aroma de la nostalgia. Casa mallorquina desde 6 millones 950 mil euros describe un atraco
01:04a domicilio, donde gracias a esta imagen he advertido que lo pornográfico es el apéndice
01:10de mallorquina. No sospechábamos que la toxicidad se multiplicaría a tal velocidad por toda la
01:15superficie de Baleares, con las autoridades debatiéndose entre la ignorancia y la complicidad.