#Concierto
El Estadio 3 de Marzo se convirtió en una pista de baile hipnótica la noche del miércoles, cuando el trío australiano de música electrónica RÜFÜS DU SOL hizo vibrar a 25 mil asistentes con su característico sonido envolvente. La banda regresó a Guadalajara y ofreció un concierto en el que los sintetizadores, los visuales y los juegos de luces crearon una atmósfera etérea que transportó al público a otra dimensión.
El Estadio 3 de Marzo se convirtió en una pista de baile hipnótica la noche del miércoles, cuando el trío australiano de música electrónica RÜFÜS DU SOL hizo vibrar a 25 mil asistentes con su característico sonido envolvente. La banda regresó a Guadalajara y ofreció un concierto en el que los sintetizadores, los visuales y los juegos de luces crearon una atmósfera etérea que transportó al público a otra dimensión.
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00:00El estallo 3 de marzo se convirtió en una pista de baile hipnótica la noche de este miércoles
00:06cuando el trío australiano de música electrónica Roof of the Soul hizo vibrar a 25.000 asistentes
00:13con su característico sonido envolvente. La banda regresó a Guadalajara y ofreció un concierto en
00:20el que los sintetizadores, los visuales y los juegos de luces crearon una atmósfera etérea
00:26que transportó al público a otra dimensión. El recinto de Avenida Patria fue testigo de
00:31la euforia de los fanáticos quienes no escatimaron en atuendos dignos de un festival. Prendas de
00:36colores, sombreros, gafas llamativas, botas de todos los colores y hasta vestimentas de
00:42látex y penachos se hicieron presentes convirtiendo el concierto en una auténtica pasarela de moda
00:48alternativa. A las 21.30 horas sin mayor preámbulo el trío de músicos tomó sus posiciones en voz y
00:55guitarra, teclados y tambores respectivamente. No hubo una entrada teatral ni presentaciones
01:00grandilocuentes. El espectáculo estaba en la música misma y en la impresionante producción
01:05visual que los acompañaba. El show estuvo marcado por una sincronización perfecta entre los beats,
01:11los sintetizadores y un espectáculo de luces que transformó el estadio en un calidoscopio de
01:17colores. Blancas, azules, rojas y verdes, las luces se movían al ritmo de cada canción,
01:22intensificando la experiencia sensorial. Un entramado de lásers en movimiento creaba
01:28efectos envolventes, mientras que en las alturas formaban cortinas luminosas que
01:32parecían danzar con el sonido. Con visuales coordinados a la perfección en los sintetizadores,
01:38el público quedó atrapado en una experiencia audiovisual inmersiva durante más de dos horas.