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00:00Esta escuela de fútbol en Portofeliz, al interior de Sao Paulo, parece otra de las
00:07miles que hay en Brasil. Pero aquí los alumnos hacen la diferencia. Más de 20 jugadores
00:13del equipo sub-16 del club chino Shandong viajaron 18 mil kilómetros para aprender
00:19la magia del fútbol brasileño.
00:22Quiero jugar en Europa, pero ahora estoy aquí. Debo trabajar mucho para mejorar mi fútbol.
00:35Si comparas la irreverencia del brasileño, aquel chico experto y la disciplina del chino,
00:45entonces no puedo entrar al campo solo con disciplina. Necesito esa irreverencia. Necesito
00:50tener autonomía para que el futbolista chino haga también esos dribles. Esa malicia del
00:55brasileño con el balón en el pie.
01:01El Shandong Lunen compró en 2014 al Desportivo Brasil, un club concebido como una incubadora
01:07de talentos. Los jóvenes chinos que también aprenden portugués forman parte de un programa
01:13para impulsar el deporte en el gigante asiático.
01:16Este es un tipo de educación. La educación implica más tiempo. No es algo a corto plazo,
01:23así que pueden ser 10, 20 años, quizás más. Por ejemplo, en nuestro país vecino
01:31Japón, pasaron muchos años con fútbol y luego mejoraron. Así que China debe aprender
01:36de nuestro vecino. Debemos ser pacientes y hacerlo paso a paso.
01:40La pasión del presidente Xi Jinping por el fútbol estimuló una ola de inversiones
01:45de empresas multinacionales y estatales, que llevaron a China a convertirse en el quinto
01:50mayor mercado mundial de contrataciones en 2016. Pero el camino es aún largo. China
01:56ocupa la posición 60 en el ranking de la FIFA y no consiguió clasificarse al Mundial
02:01de Rusia 2018. Por ahora, los chicos del Desportivo Brasil siguen trabajando en el
02:07para llevar a China a las más altas esferas del fútbol mundial.