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00:00¡Buenos días! Ya somos más de 33 millones, que gritaría Jordi Puyol. Esta cifra capicúa
00:05coincide con el número de pasajeros que desfilaron el año pasado por el aeropuerto de
00:10Son Sant Joan. Si comprimimos la ida y vuelta, son 17 millones de personas. También son 17
00:16personas que recibe anualmente cada habitante de Mallorca. 70 si tomamos en consideración una
00:23unidad familiar de 4 miembros. Imaginen el coste en agua y limpieza por no ir más lejos. Me
00:29gustaría repetir 33 millones, 33 millones, hasta que nos diéramos cuenta de nuestra insignificancia.
00:35Frente a esos 33 millones, y ya sé que incluyen nuestros viajes, somos solo figurantes. Mallorca
00:42no es una isla que posee un aeropuerto llamado Son Sant Joan. Al contrario, Son Sant Joan es un
00:47aeropuerto que está rodeado por una isla llamada Mallorca porque, de alguna manera, había que
00:52llamarla. Nos define el aeropuerto según el concepto de aerópolis, en que vivimos simplemente
00:58como un apéndice de la terminal. Si recuerdan el verso de Quevedo, érase un hombre a una nariz
01:04pegado, salvo que los mallorquines no tomamos ninguna decisión sobre esa nariz superlativa,
01:10la infraestructura más importante de la isla. No tenemos derecho ni a tocarnos la nariz.