No pierden ocasión ni dejar pasar una.
Cuando llegó la pandemia, se lanzaron en manada a pillar con las mascarillas y ahí tenemos, rodando por los juzgados, una docena de casos flagrantes de corrupción, en lo que están implicados varios ministros socialistas y toda la retahíla de mangantes de la trama Koldo-Ábalos-Aldama.
Y ahora, aprovechando que ponen en marcha el aquelarre de actos para conmemorar que Franco se murió en la cama hace medio siglo, como no podía ser de otra manera, han montado un chiringuito.
Uno de esos que se organizan a la sombra del poder y sirven para que colegas, afines, parientes y colaboradores entusiastas cobren del presupuesto público y se lo lleven crudo sin dar palo al agua.
A pesar de que ya tienen una Secretaría de Estado de Memoria Democrática y una Dirección General de Promoción de la Memoria, el Gobierno Sánchez ha creado un comisionado especial para coordinar los fastos del 50º aniversario del fallecimiento del Generalísimo.
El Consejo de Ministros de este martes nombró comisionada a Carmina Gustrán, que por lo visto es historiadora de la Universidad de Zaragoza y a quien no tengo el gusto de conocer.
Gustrán tendrá rango de subsecretaria, que es el tercer puesto en el escalafón gubernamental y conlleva el gratificante sueldo de 80.000 euros.
Regalías aparte, vamos a los números y a mi me sale -dividiendo por 100 los 365 días que tiene 2025- que el marido de Begoña y cuadrilla van a celebrar un guateque necrófago cada tres días y medio.
Sin sonrojarse, ni siquiera los que llegan de casa con el franquismo a la espalda, que son muchos de los estarán en primera fila aplaudiendo como focas a su amo.
Los que sean de mi generación, se acordarán perfectamente de lo que sucedió apenas expirar Franco en el Hospital de La Paz y al poco de legalizarse los partidos políticos y cristalizar la Transición.
Igual que descubrieron súbitamente las bondades de la lubina a la sal en los restaurantes de lujo, en cuanto pudieron tirar de tarjeta oro oficial, muchos de los que han prosperado como prebostes de la izquierda en general y del PSOE en particular, pegaron un viaje ideológico de récord Guinness.
No me refiero sólo a Bono, Griñán, Fernandez de la Vega, Chaves, Carmen Romero, Maravall o Marín, vástagos privilegiados de gerifaltes falangistas, gobernadores civiles o altos militares del régimen.
Tampoco a Puigdemont, Marta Rovira, Aragonés o Luis Llach, hijo de alcalde requeté y nieto de policía secreta.
Estaba pensando en el ministro Urtasun, ese que quiere descolonizar nuestros museos, presidirá parte de los jolgorios y en cuya casa, desde la Guerra del 36, entraba una pensión por los méritos militares del abuelo herido en la contienda y donde lucían orgullosos la ‘Medalla de Sufrimientos por la Patria’ otorgada por la Falange Española Tradicionalista y de las JONS al patriarca familiar.
Estos progres no tienen vergüenza.
Cuando llegó la pandemia, se lanzaron en manada a pillar con las mascarillas y ahí tenemos, rodando por los juzgados, una docena de casos flagrantes de corrupción, en lo que están implicados varios ministros socialistas y toda la retahíla de mangantes de la trama Koldo-Ábalos-Aldama.
Y ahora, aprovechando que ponen en marcha el aquelarre de actos para conmemorar que Franco se murió en la cama hace medio siglo, como no podía ser de otra manera, han montado un chiringuito.
Uno de esos que se organizan a la sombra del poder y sirven para que colegas, afines, parientes y colaboradores entusiastas cobren del presupuesto público y se lo lleven crudo sin dar palo al agua.
A pesar de que ya tienen una Secretaría de Estado de Memoria Democrática y una Dirección General de Promoción de la Memoria, el Gobierno Sánchez ha creado un comisionado especial para coordinar los fastos del 50º aniversario del fallecimiento del Generalísimo.
El Consejo de Ministros de este martes nombró comisionada a Carmina Gustrán, que por lo visto es historiadora de la Universidad de Zaragoza y a quien no tengo el gusto de conocer.
Gustrán tendrá rango de subsecretaria, que es el tercer puesto en el escalafón gubernamental y conlleva el gratificante sueldo de 80.000 euros.
Regalías aparte, vamos a los números y a mi me sale -dividiendo por 100 los 365 días que tiene 2025- que el marido de Begoña y cuadrilla van a celebrar un guateque necrófago cada tres días y medio.
Sin sonrojarse, ni siquiera los que llegan de casa con el franquismo a la espalda, que son muchos de los estarán en primera fila aplaudiendo como focas a su amo.
Los que sean de mi generación, se acordarán perfectamente de lo que sucedió apenas expirar Franco en el Hospital de La Paz y al poco de legalizarse los partidos políticos y cristalizar la Transición.
Igual que descubrieron súbitamente las bondades de la lubina a la sal en los restaurantes de lujo, en cuanto pudieron tirar de tarjeta oro oficial, muchos de los que han prosperado como prebostes de la izquierda en general y del PSOE en particular, pegaron un viaje ideológico de récord Guinness.
No me refiero sólo a Bono, Griñán, Fernandez de la Vega, Chaves, Carmen Romero, Maravall o Marín, vástagos privilegiados de gerifaltes falangistas, gobernadores civiles o altos militares del régimen.
Tampoco a Puigdemont, Marta Rovira, Aragonés o Luis Llach, hijo de alcalde requeté y nieto de policía secreta.
Estaba pensando en el ministro Urtasun, ese que quiere descolonizar nuestros museos, presidirá parte de los jolgorios y en cuya casa, desde la Guerra del 36, entraba una pensión por los méritos militares del abuelo herido en la contienda y donde lucían orgullosos la ‘Medalla de Sufrimientos por la Patria’ otorgada por la Falange Española Tradicionalista y de las JONS al patriarca familiar.
Estos progres no tienen vergüenza.
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00:00No pierden ocasión ni dejan pasar una. Cuando llegó la pandemia se lanzaron en
00:06manada a pillar con las mascarillas y ahí tenemos, rodando por los juzgados, una
00:12docena de casos flagrantes de corrupción en los que están implicados
00:16varios ministros, todos ellos socialistas, y toda la retahíla de mangantes de la
00:22trama Coldo, Ábalos, Aldama. Y ahora, aprovechando que ponen en marcha el
00:29aquelarre de los actos para conmemorar que Franco se murió en la cama hace
00:33medio siglo, como no podía ser de otra manera, han montado un chiringuito.
00:39Uno de esos que se organizan siempre a la sombra del poder y sirven para que
00:45colegas, afines, parientes y colaboradores entusiastas cobren del
00:51presupuesto público y se lo lleven crudo sin dar palo al agua. A pesar de que ya
00:57tienen una Secretaría de Estado de Memoria Democrática y una Dirección
01:02General de Promoción de la Memoria, el gobierno Sánchez ha creado un
01:07comisionado especial para coordinar los fastos del 50 aniversario del
01:13fallecimiento del generalísimo. El Consejo de Ministros de este martes
01:19nombró comisionada a Carmina Gustrán, que por lo visto es historiadora de la
01:26Universidad de Zaragoza y a quien les confieso no tengo todavía el gusto de
01:31conocer. No la conocí antes y no la conoceré en el futuro, seguro. Gustrán
01:35tendrá rango de subsecretaria, que es el tercer puesto en el escalazón
01:42gubernamental y conlleva el gratificante sueldo de 80.000 euros y un
01:48porrón de subalternos todos a 50.000 euros por cabeza. Regalías aparte, vamos a
01:54los números y a mí me sale, dividiendo por 100 los 365 días que tiene el año
02:012025, que el marido de Begoña y Cuadrilla van a celebrar un huateque
02:07necrófilo cada tres días y medio. Sin sonrojarse, ni siquiera los que llegan de
02:14casa con el franquismo a la espalda, que son muchos de los que estarán en primera
02:20fila aplaudiendo como focas a su amo y señor. Los que sean de mi generación se
02:28acordarán seguro, perfectamente, de lo que sucedió apenas expirar Franco en el
02:33Hospital de la Paz y al poco de legalizarse los partidos políticos y
02:38cristalizar la transición. Igual que descubrieron súbitamente las bondades
02:44de la lubina la sal en los restaurantes de lujo en cuanto pudieron tirar de la
02:50tarjeta de oro oficial, muchos de los que han prosperado como prebostes de la
02:54izquierda en general y del PSOE en particular, pegaron un viaje, bueno un
03:01viaje no, un viraje ideológico de récord guinés. No me refiero sólo a Bono,
03:07Griñán, Fernández de la Vega, Chávez, Carmen Romero, Marabal o Marín. Vástagos
03:14privilegiados de gilifaltes falangistas, de gobernadores civiles o de altos
03:19militares del régimen de Franco. Tampoco a Puigdemont, Marta Rovira, Aragonés o
03:26Luis Llach, por cierto este último hijo de alcalde de Requeté y nieto de policía
03:31secreta. Estaba pensando en otro, en el ministro Urtasun, ese que quiere
03:37descolonizar nuestros museos, que presidirá parte de los jolgorios y en
03:42cuya casa desde la guerra del 36 entraba una pensión por los méritos
03:48militares del abuelo herido en la contienda y donde lucían orgullosos la
03:53medalla de sufrimientos por la patria otorgada por la falange española
03:58tradicionalista y de las Jons al patriarca familiar.
04:03Estos progres no tienen vergüenza.