• hace 10 meses
Situada a escasos metros del manantial del Trampal, del que toma nombre, hallarás la basílica de Santa Lucía del Trampal, sin duda la construcción más importante de la localidad cacereña de Alcuéscar. Visitarla merece la pena, no sólo por tratarse de uno de los mejores ejemplos de la arquitectura hispano-visigoda de España, declarado como bien de interés cultural; si no por la belleza del entorno en el que se erige, la falda de la sierra del Centinela.

Parece ser que esta basílica se construyó en torno al segundo tercio del siglo VII como parte de un convento de monjes templarios, del que hacía las veces de ermita, con una sola nave y tres capillas en la cabecera. Esta cabecera, junto al crucero, es la realmente visigoda, que se asentó a base de sillares perfectamente escuadrados. El cuerpo de la iglesia fue levantado posteriormente, se cree que en los siglos XIV o XV.

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