• hace 5 años
En la cocina de una familia vegana no hay espacio para la carne. Kate Estivill es vegana y explica que en su casa no se consumen productos derivados de los animales o que dañen al planeta u otros seres. Eso incluye la leche de vaca, en su casa la toman de avena. Ni comida, ni cosméticos, ni tampoco visten ropa con tejidos procedentes de animales, como el cuero o la lana. El "veganismo" se asocia en ocasiones con lo radical, por lo estrictos que son los que lo practican. Y estrictos son en el restaurante vegano de Tarragona sobre el que una de sus clientas escribió en un blog denunciando que la habían echado del local por dar el biberón a su bebe, porque la leche era de origen animal. El propietario del local, Ángel Martín, niega que la expulsaran, aunque en el establecimiento existen carteles que avisan de que nada de origen animal se puede consumir en el interior. Martín  afirma que se puede entrar a dar el pecho y el biberón si leche se la ha sacado la madre con un sacaleches. Es la filosofía vegana, una filosofía que, dice el dueño del restaurante, está en contra de unas prácticas que, el caso de los animales, supone la violación de las madres para que tengan hijos, hijos que se comen y que se arrebatan de sus madres porque los humanos se han empeñado en seguir tomando leche de origen animal, no humano. Los expertos en nutrición recuerdan la importancia de la alimentación en los primeros meses de vida. Cristina Lafuente, nutricionista, afirma que los veganos eliminan grupos de alimentación que aportan nutrientes esenciales, pero afirma que con suplementos se pueden llegar a sustituir.
-Redacción-

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