Bastan 15 segundos desde la inyección de una cantidad importante de aire en una vena para que comiencen a producirse los síntomas de la embolia gaseosa. Es lo que se sospecha que mató a, al menos, dos ancianas en el Hospital de Alcalá de Henares. Una muerte fulminante, por eso es casi imposible pensar que se hubiera podido evitar. La cámara que vigilaba a la auxiliar estaba situada en dependencias comunes de Medicina Interna. Beatriz fue detenida porque al revisar las imágenes se pudo comprobar que entraba en la habitación minutos antes de la crisis de la anciana. Los psicólogos consultados explican que los autores de muertes de este tipo suelen responder a perfiles psicopáticos.
-Redacción-
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