En la localidad coruñesa de Carballo todavía se sigue hablando del Gordo de Navidad. La lotería llegó con polémica. 70 décimos se repartieron en el bar Arco Iris, y la joven Sara Fernández, de sólo 18 años, y que entonces trabajaba allí como camarera, celebró con los clientes que ella también tenía un décimo. Asegura que lo dejó en el bote de propinas y que tras la celebración, cuando fue a por él, había desaparecido. Denunció los hechos a la Guardia Civil, y el primer paso era esperar a ver si todos los décimos se cobraban. El pasado 22 de marzo se cumplió el plazo de tres meses, y todos los décimos se cobraron. Así que ahora a Sara sólo le queda esperar si en un juicio logra demostrar que ella tenía un décimo del número 06381.
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