Corrientes, 06/08/2010.- Se casaron el chaqueño Alberto Aníbal René Cabrera de 42 años, y el correntino Alejo Camilo Raynoldi de 46, estrenando el matrimonio igualitario en esta región del país. La boda se celebró en la casa que ambos comparten hace casi 21 años en la capital chaqueña.
Camilo es oriundo de Goya, la segunda ciudad de Corrientes, y pese a que la idea inicial era realizar una ceremonia sencilla entre amigos, entendió luego que el gesto de difundir este evento tan íntimo podría alentar a otras parejas a atreverse a ejercer la ciudadanía plena.
"Esto no nos cambia nada como pareja" afirman, pero saben que socialmente es un avance que nos humaniza y permite mirarnos como iguales, mas allá de la condición sexual.
El Inadi estuvo presente por partida doble, ya que las Delegaciones del Chaco y Corrientes estuvieron especialmente invitadas.
La próxima cita es el 21 de agosto, con el casamiento de Roberto (correntino) y Dennys (belga), quienes ya están casados en Bélgica, pero Roberto quiere hacer lo propio en su país, donde la pareja se radica actualmente. Llegará el momento en el que ya no se harán reseñas de las bodas de personas del mismo sexo, no acudirán los medios de comunicación y ya no hablaremos de ello, será ese preciso momento, en el que casi sin advertirlo, la batalla cultural por la igualdad estará definitivamente ganada.
Camilo es oriundo de Goya, la segunda ciudad de Corrientes, y pese a que la idea inicial era realizar una ceremonia sencilla entre amigos, entendió luego que el gesto de difundir este evento tan íntimo podría alentar a otras parejas a atreverse a ejercer la ciudadanía plena.
"Esto no nos cambia nada como pareja" afirman, pero saben que socialmente es un avance que nos humaniza y permite mirarnos como iguales, mas allá de la condición sexual.
El Inadi estuvo presente por partida doble, ya que las Delegaciones del Chaco y Corrientes estuvieron especialmente invitadas.
La próxima cita es el 21 de agosto, con el casamiento de Roberto (correntino) y Dennys (belga), quienes ya están casados en Bélgica, pero Roberto quiere hacer lo propio en su país, donde la pareja se radica actualmente. Llegará el momento en el que ya no se harán reseñas de las bodas de personas del mismo sexo, no acudirán los medios de comunicación y ya no hablaremos de ello, será ese preciso momento, en el que casi sin advertirlo, la batalla cultural por la igualdad estará definitivamente ganada.
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