Desde el punto de vista del lenguaje estilístico, el 296 Speciale tiene vínculos muy fuertes con el mundo de los coches de carreras de ruedas cubiertas de Ferrari; si el 296 GTB disfraza unas prestaciones ultra elevadas bajo una apariencia refinada, el 296 Speciale adopta códigos lingüísticos más radicales, destinados a explicitar las innovaciones introducidas por los ingenieros de Ferrari.
Para ello, el Centro Stile Ferrari, dirigido por Flavio Manzoni, ha trabajado en sinergia con todos los demás departamentos de la empresa para maximizar el vínculo entre forma y función a través de un minucioso examen del conjunto de soluciones técnicas integradas a continuación.
El frontal del coche aclara inmediatamente la fuerte carga deportiva y expresiva del 296 Speciale, así como su evidente relación con el mundo de las carreras. El capó es más hueco, gracias a la alternancia de volúmenes llenos y vacíos obtenidos por sustracción. La parte inferior se caracteriza por un splitter suspendido, un elemento alado del color de la carrocería que ensancha visualmente la base del frontal y aumenta su postura, además de permitir la integración de tomas de aire más potentes. La del 296 Speciale es de diseño extremo, mostrando toda la potencia de los radiadores en la toma de aire, ganando en dinamismo y ligereza.
La boca pierde así el aspecto elegante que tenía en el 296 GTB para mostrar toda la potencia y agresividad del 296 Speciale, abriéndose y revelando casi una forma de trimarán soportada por unas quillas laterales exteriores de fibra de carbono que establecen una continuidad de lenguaje con los coches de prestaciones ultra deportivas como el 812 Competizione. Las tres parejas de ópticas dispuestas simétricamente en el capó, características de las versiones especiales de Ferrari, también contribuyen a la expresividad aún más decidida del frontal. Las tomas de aire de los frenos están aún
más ahuecadas.
Para ello, el Centro Stile Ferrari, dirigido por Flavio Manzoni, ha trabajado en sinergia con todos los demás departamentos de la empresa para maximizar el vínculo entre forma y función a través de un minucioso examen del conjunto de soluciones técnicas integradas a continuación.
El frontal del coche aclara inmediatamente la fuerte carga deportiva y expresiva del 296 Speciale, así como su evidente relación con el mundo de las carreras. El capó es más hueco, gracias a la alternancia de volúmenes llenos y vacíos obtenidos por sustracción. La parte inferior se caracteriza por un splitter suspendido, un elemento alado del color de la carrocería que ensancha visualmente la base del frontal y aumenta su postura, además de permitir la integración de tomas de aire más potentes. La del 296 Speciale es de diseño extremo, mostrando toda la potencia de los radiadores en la toma de aire, ganando en dinamismo y ligereza.
La boca pierde así el aspecto elegante que tenía en el 296 GTB para mostrar toda la potencia y agresividad del 296 Speciale, abriéndose y revelando casi una forma de trimarán soportada por unas quillas laterales exteriores de fibra de carbono que establecen una continuidad de lenguaje con los coches de prestaciones ultra deportivas como el 812 Competizione. Las tres parejas de ópticas dispuestas simétricamente en el capó, características de las versiones especiales de Ferrari, también contribuyen a la expresividad aún más decidida del frontal. Las tomas de aire de los frenos están aún
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