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00:00de una situación difícil de aceptar. Somos un pueblo enfermo, no sólo Alcantarilla, sino
00:07la humanidad entera. No me refiero a las enfermedades físicas que también están presentes entre
00:12nosotros, sino a otras enfermedades, llamémoslas espirituales o morales, que afectan a la sociedad
00:20en la que nos ha tocado vivir. Quisiera mostrar algunas de estas afecciones de nuestra sociedad
00:27que nos permitan descubrir en qué medida nuestra Madre, la Virgen María, es la Virgen de
00:33la Salud. El siglo XX ha sido una época de grandes cambios, entre los cuales ha tenido
00:41particular importancia la mayor presencia de la mujer en la toma de decisiones en los
00:46ambientes laboral y sociopolítico. A este hecho, que es muy positivo, han ido ligadas algunas
00:53consecuencias negativas para la mujer. El desprestigio creciente de la maternidad, el
01:00perjuicio de la esponsalidad, el pensamiento de una autosuficiencia y no necesidad respecto
01:07del varón, la pérdida de la esencia de la femineidad, etc. En apoyo de esa liberación
01:14de la mujer, estalló la revolución sexual, especialmente en la década de los 60, cuyo hito
01:21principal fue la aparición de la píldora anticonceptiva, que separaba en la unión
01:26conyugal los significados unitivo y procreativo de tal acto. Como consecuencia del uso de anticonceptivos,
01:35señalaba el Papa San Pablo VI en la encíclica Humanae Vitae, el camino fácil y amplio que
01:42se abriría a la infidelidad conyugal y a la degradación general de la moralidad, la pérdida
01:49por parte del hombre del respeto a la mujer y la posibilidad de usarla como un objeto de
01:54placer. Estas consecuencias que enumeraba el Papa en 1968 las podemos reconocer en nuestra
02:02sociedad. El consumo creciente de contenidos pornográficos, la cada vez más frecuente
02:08situaciones de abusos sexuales, la violencia contra la mujer, la decadencia de la monogamia
02:15y de la vida matrimonial, el desprecio por la virginidad, la proliferación de relaciones
02:20sexuales fuera del matrimonio, etc. Corriendo detrás del ideal de una sociedad del bienestar,
02:28hemos querido convertirnos en los dominadores de la vida humana. Por este motivo, San Juan
02:34Pablo II no dudó en denunciar los ataques contra la vida humana y defender el valor y el
02:39carácter inviolable de la misma en la encíclica Evangelium Vitae. Todo lo que se opone a la
02:46vida como los homicidios de cualquier género, los genocidios, el aborto, la eutanasia y el
02:53mismo suicidio voluntario. Todo lo que viola la integridad de la persona humana como las mutilaciones,
03:00las torturas corporales y mentales, incluso los intentos de coacción psicológica. Todo lo
03:06que ofende a la dignidad humana como las condiciones infrahumanas de vida, los encarcelamientos
03:12arbitrarios, las deportaciones, la esclavitud, la prostitución, la trata de blancas y de
03:19jóvenes, también las condiciones ignominiosas de trabajo en las que los obreros son tratados
03:25como meros instrumentos de lucro, no como personas libres y responsables. Todas estas
03:31cosas y otras semejantes son ciertamente oprobios que corrompen la civilización humana y que
03:38muchas veces tienen su origen en un progreso científico y tecnológico que atenta inicuamente
03:44contra la vida. Encontramos pues una sociedad en la que por estar bien las madres matan a
03:51sus hijos en el vientre. Los hijos matan a sus padres cuando ya no pueden aportar nada.
03:56Se experimenta con la vida humana tratando al ser humano como un medio y no como un fin.
04:03Por el deseo de bienestar no sólo se ha renunciado a la vida, sino que nos hemos convertido en
04:10una sociedad de consumidores seriales que viven al día y dominados por los ritmos y ruidos
04:17de la tecnología sin mucha paciencia para los necesarios procesos de interioridad. Una
04:23sociedad que está perdiendo el corazón, como nos enseñaba el Papa Francisco en su última
04:29encíclica, Dilexit Nos, sobre el amor humano y divino del corazón de Jesucristo. Todas
04:37las revoluciones del último siglo nos han conducido a un mundo líquido en el que no existe una
04:43base sólida donde apoyarse, lo que nos ha dejado a merced de las ideologías que van
04:49surgiendo nacionalistas, feministas, de género, neoliberales, etcétera.
04:55Resumiendo, somos un pueblo enfermo que no defiende ni reconoce los rasgos esenciales
05:02de la femineidad, que desprecia la sexualidad y sus fines unitivo y procreativo, que enfrenta
05:09a hombres y mujeres, que desprecia la vida, que utiliza a las personas como medios para
05:15un fin, que no tiene corazón, que es egoísta e incapaz de tomar decisiones importantes y
05:22asumir las consecuencias de sus actos, porque es un pueblo líquido, voluble, sin convicciones
05:29firmes, seguras y duraderas. Si somos conscientes y aceptamos nuestro ser enfermo, si caminamos
05:37al encuentro de nuestra madre y patrona, podremos descubrir en ella una vida que es enseñanza
05:43y sanación para todos nosotros. Ponernos delante de María es ponernos ante la respuesta de
05:50Dios a todas estas enfermedades que padecemos, que padece nuestra sociedad.