Ruben Enaje, de 64 años, fue crucificado por 36ª y última vez en una localidad de Filipinas, donde el Viernes Santo se vive de manera extrema con penitentes flagelándose hasta la sangre y otros clavándose voluntariamente en cruces.
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00:00Esta controvertida escena se repite cada Viernes Santo en una localidad de Filipinas.
00:08Sin embargo, para Rubén Enaje no es un día más. Es la 36ª y última vez en la que decidió
00:14ser crucificado bajo un sol abrasador y temperaturas que alcanzaron los 39 grados Celsius.
00:20No es la primera vez que el sexagenario menciona la idea de retirarse, pero esta vez los responsables
00:26locales ya designaron a un sucesor. Mientras tanto, procesiones de hombres jóvenes con
00:31rostros enmascarados por pañuelos, la mayoría de ellos entre 20 y 30 años, desfilaron hacia
00:36la cruz flagelándose la espalda y los hombros. Miles de filipinos y algunos turistas presenciaron
00:42el macabro espectáculo que la Iglesia desaprueba oficialmente en el único país asiático de
00:47mayoría católica.