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CreatividadTranscripción
00:00¿Eres más rápido para condenar que para perdonar? En este evangelio traen ante Jesús
00:05a una mujer sorprendida en adulterio. La arrestan públicamente no para hacer justicia, sino
00:10para poner a prueba a Jesús. La ley de Moisés manda a pedrear a esta mujer, ¿tú qué dices?
00:16Pero Jesús no responde de inmediato, se inclina y escribe en el suelo. Luego se levanta y
00:21dice una de las frases más poderosas del evangelio, el que esté sin pecado que tire
00:26la primera piedra, y uno a uno todos se van. Los que venían con piedras listas no soportaron
00:32el peso de su propia conciencia. Jesús se queda solo con la mujer, no la humilla, no
00:37le echa en cara su error. Le pregunta, ¿nadie te ha condenado? Nadie señor, tampoco yo
00:43te condeno, vete y no vuelvas a pecar. Jesús no justifica el pecado, pero le ofrece una
00:48salida, la conversión. Él no viene a destruir al pecador, sino a levantarlo. ¿A quién estás
00:54a punto de apedrear con tus palabras, juicios o actitudes? Este evangelio nos confronta,
01:00condenamos sin conocer, nos creemos mejores que los demás, o somos conscientes de que
01:05también nosotros necesitamos misericordia. Jesús no nos lanza piedras, nos tiende la
01:11mano. Hoy Él también te dice, tampoco yo te condeno, vuelve a empezar.