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00:00El aire huele a velas y a cigarro puro en el entorno de la parroquia de San Miguel Arcángel
00:06de Santo Domingo y el rojo y el verde predominan en las prendas que visten los centenares de
00:11devotos quienes se han congregado para celebrar a su santo con un rito a medio camino entre
00:17lo católico y el vudú. La fiesta de San Miguel, como cada 29 de septiembre, se convierte
00:22en un fervor de tradiciones sincréticas arraigadas en la población negra de la República
00:27Dominicana en una celebración que enlaza tres misas en fila con una fiesta de cigarro
00:32en boca, trago de cerveza o ron en mano y música pagana.
00:36Según explican expertos, esta es la manifestación de religiosidad popular más importante en
00:41todo el país y tiene un fuerte componente de sincretismo porque la parroquia de San
00:46Miguel Arcángel fue el primer templo en el que permitieron entrar a la comunidad negra
00:50en el periodo colonial. De ahí que los actos religiosos se combinen con los palos huatavales
00:55y las salves, dos ritmos que se tocan en todo el territorio dominicano, durante la
00:59celebración en honor del santo, conocido también como Beliebel Khan, nombre de una
01:04deidad de la XXI División del Vudú, símbolo guerrero de la fuerza y la resistencia.
01:08Como la iglesia está abarrotada durante el oficio, las inmediaciones también están
01:13bien concurridas desde tempranas horas y se ven muchos uniformes militares porque San
01:17Miguel Arcángel es también el patrón de las Fuerzas Armadas en el país.
01:22La jornada festiva se prolonga hasta la noche, con bailes en los que algunos alcanzan el
01:26estado de trance y así se pasa el día hasta que sacan al santo en procesión. Para entonces,
01:32el aire ya no solo huele a puros y a velas, también a cerveza, a ron y a humanidad.