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00:00En este templo budista japonés no son sacerdotes quienes predican la sabiduría.
00:10Aquí es el androide Mindar quien recibe a fieles y visitantes,
00:14mientras recita sin parar sutras budistas y advierte contra la vanidad y los peligros
00:20del deseo, la cólera y el ego. En una de las paredes se proyectan
00:24traducciones en inglés y chino de los mensajes que pronuncia junto a imágenes
00:28de la naturaleza y de gente. Los monjes de carne y hueso siguen
00:33presentes en el templo y ven con buenos ojos a su nuevo colaborador.
00:37El budismo no es una creencia en un dios, es seguir el camino de Buda,
00:43es comprometerse en el camino de Buda y no importa si este es representado por
00:48una máquina, un trozo de chatarra o un árbol. El androide costó cerca de un millón de dólares,
00:56surgió de un proyecto común entre este templo zen y el famoso especialista en robótica Hiroshi
01:02Ishiguro de la Universidad de Osaka. Los monjes dicen que a algunas personas
01:06les cuesta comunicarse con sacerdotes un poco anticuados y el robot podría ser
01:11una forma lúdica de llenar ese vacío. La gran diferencia entre un monje y un
01:20robot es que nosotros vamos a morir, mientras que él conocerá a mucha gente
01:25y almacenará mucha información que lo harán evolucionar hasta el infinito.
01:34Algunos han acusado al templo Kodaiji de sacrilegio, pero los monjes confían en
01:40que con su prédica el androide ayude a los fieles en su búsqueda espiritual para reducir el sufrimiento.
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