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00:00Henry juega en el Black Stars, el mejor equipo de fútbol de los barrios pobres de Kibera,
00:07en Nairobi. El equipo ha ganado tres títulos en tres años y ahora está entrando en la segunda
00:12división. El joven de 20 años ha jugado fútbol desde que era un niño y se convirtió en profesional
00:18a los 17. El fútbol es mi trabajo, es lo que me hace vivir. Ayudo a mis padres con el fútbol,
00:26así que cuando juego al fútbol eso es todo para mí porque tengo que proveer para mi familia,
00:31incluso para mi madre y mi padre. Más de la mitad de los residentes de Kibera están desempleados y
00:42la mayoría vive con menos de un dólar al día. Gracias a sus habilidades de fútbol Henry logró
00:48escapar de la pobreza que viven sus vecinos. Tengo suerte porque en Kibera cada día hay
00:55alguien que no come. Algunos no pueden pagar ni un chelín y tienen que quedarse así. Tengo
01:00suerte, puedo decir que tengo suerte. En un área conocida por su crimen, drogas,
01:06hacinamiento, pobreza y falta de saneamiento, los Black Stars están trayendo gradualmente
01:11esperanza. Los jugadores son vistos como modelos para otros jóvenes que crecen en la pobreza.
01:16Estoy orgulloso porque es como si fuéramos los ojos de la gente porque aquí en Kibera la gente
01:25la relaciona con mucha negatividad. Así que tratamos de traer luz y positividad en el área
01:30donde estamos. Y eso es solo jugando al fútbol y ganando nuestros partidos.
01:34Pero el éxito ha traído también desafíos financieros. El club ahora debe pagar los
01:43viajes para jugar en diferentes lugares del país en la segunda división de la Liga de Kenia. Con
01:48menos de la mitad de los patrocinadores que necesitan, el equipo espera que la pasión en
01:52el campo los impulse a un mayor éxito.