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NoticiasTranscripción
00:00Larga ha sido la espera, pero la verdad tarde o temprano llega, a pesar de la fuerte censura
00:04que muchos hemos sufrido durante los últimos cinco años por opinar de forma diferente
00:08al relato oficial. Gracias a la apertura de redes sociales como X, van saliendo a la luz
00:14testimonios interesantes que no hacen otra cosa que reafirmarnos en lo que pensamos
00:17desde el primer momento. El 10 de septiembre de 2020, en plena crisis
00:22de la farsemia, un correo electrónico llegó a la bandeja de entrada de Mónica Lalanda,
00:27científico y divulgadora científica con presencia activa en las redes. El mensaje,
00:31enviado por el Ministerio de Sanidad, contenía una invitación intrigante, participar en
00:36una reunión virtual con Salvador Illa, entonces ministro de Sanidad, y Fernando Simón, director
00:41del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, acompañado de la secretaria de
00:46Estado de Digitalización e IA, Carmen Artigas. La convocatoria, dirigida a un pequeño grupo
00:52de profesionales sanitarios, divulgadores científicos y periodistas con visibilidad
00:56en redes, prometía un encuentro para resolver dudas y aportar información sobre la plandemia.
01:02Sin embargo, la naturaleza exacta de este encuentro dejó a muchos, incluida Lalanda,
01:07con más preguntas que respuestas. El correo, acompañado del eslogan «Este
01:11bicho lo paramos unidos», una campaña gubernamental para supuestamente unir esfuerzos contra el
01:16coronatimo, fijaba la reunión para el 11 de septiembre a las 13 horas, con un formato
01:21breve de escrito como un briefing, es decir, no se podía grabar ni atribuir citas concretas
01:26de la conversación. La invitación sugería que los asistentes, seleccionados por su influencia
01:31en las redes sociales, podrían desempeñar un papel clave en la comunicación pública
01:35sobre la gestión sanitaria. Sin embargo, para Mónica Lalanda y otros destinatarios,
01:41la propuesta levantó sospechas. ¿Qué buscaba realmente el Ministerio? Se trataba de un
01:46genuino esfuerzo por colaborar o de una estrategia para utilizar a estos comunicadores como altavoces
01:51de mensajes oficiales. La plandemia, en ese momento, vivía uno de sus capítulos más
01:57críticos en España. Con las cifras de fallecidos que se facilitaban, supuestos colapsos hospitalarios
02:02y una ciudadanía ávida de claridad, la gestión del Gobierno había sido objeto de intensas
02:07críticas. El radar COVID, una aplicación de rastreo de contactos impulsada por las
02:12autoridades, ya enfrentaba problemas de implementación y baja adopción, como reflejaron análisis
02:17posteriores. En este contexto, la reunión parecía una oportunidad para que expertos
02:23de primera línea, como los invitados, compartieran su visión desde las trincheras, los hospitales
02:28y las comunidades afectadas. Sin embargo, la falta de detalles específicos en la invitación
02:34alimentó la incertidumbre. Lalanda, reflexionando sobre el propósito de la reunión, compartió
02:40su inquietud en un tuit el 18 de febrero de 2025, acompañado de una captura del correo
02:45original, se preguntaba qué querrían de nosotros evocando no solo su curiosidad,
02:49sino también un escepticismo que resonaba con las tensiones de la época. Otros destinatarios,
02:54según sus propias publicaciones en redes, también reaccionaron convocando ideas y sugerencias
02:59de sus seguidores, anticipando un diálogo abierto. Sin embargo, la realidad del encuentro,
03:05detallada en publicaciones posteriores de Lalanda, resultó ser muy diferente. La reunión,
03:11que consiguió juntar a unos 40 comunicadores en una plataforma virtual, no cumplió las
03:16expectativas de colaboración activa. Según Lalanda, el objetivo principal parecía ser
03:21promover el uso de «radar COVID», utilizando a esos comunicadores como altavoces de aquella
03:26aplicación fallida. Además, cuando Lalanda expresó críticas directas y pidió la dimisión
03:31de Illa y Simón por su gestión de la pandemia a su micrófono, fue silenciado revelando
03:35un control estricto sobre el discurso. Este episodio, que Lalanda documentó en su día
03:40a través de su blog y sus redes, marcó un punto de inflexión personal y profesional,
03:45enfrentándola a un linchamiento en línea por parte de algunos de los mismos comunicadores
03:49presentes. Cinco años después, al evocar este momento en 2025, Lalanda expresa arrepentimiento
03:55por no haber sido aún más crítica con la gestión sanitaria, especialmente tras mayo
04:00de 2020, cuando más datos sobre el patógeno y los grupos de riesgo estaban disponibles.
04:05Este misterioso encuentro de 2020, narrado con detalle y valentía por Mónica Lalanda
04:09en las redes sociales, pone de manifiesto algo que ya imaginábamos. Por ejemplo, cómo
04:14el aparato del Estado marcaba las directrices a seguir a científicos, periodistas e influenciadores,
04:20y cómo esas personas, tras la reunión con esos miembros del Gobierno, participaron de
04:24manera activa en campañas de miedo y de acoso hacia todo el que no comulgara con el discurso
04:29impuesto. Por cierto, ya se van revelando algunas identidades de esos voceros. Una periodista
04:34de La Sexta, un farmacéutico súper megaactivo en la Plataforma X y un par de autodenominados
04:39divulgadores científicos, entre otros.