Hace 15 años, no había evidencia de la presencia del lobo ibérico en la Comunidad de Madrid. Hoy, la región cuenta con aproximadamente 30 ejemplares repartidos entre cinco y seis manadas, que han colonizado áreas como la Sierra del Rincón y el Valle de Lozoya. Este regreso ha planteado desafíos para la convivencia entre el ser humano y estos animales salvajes, especialmente en un territorio donde no coexistieron durante décadas.
En 2024, se registraron 191 ataques de lobos al ganado en la Comunidad de Madrid, según datos de la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior. Este repunte, frente a una media anual de 175 acometidas en años anteriores, preocupa a los ganaderos. Sin embargo, desde el sector denuncian que estas cifras oficiales no reflejan la realidad.
"Los lobos están descontrolados, han perdido el miedo al hombre y cualquier día atacarán a un niño perdido", advierte Jorge Izquierdo, secretario general de UPA Madrid (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos).
Ante esta situación, la Comunidad de Madrid ha reforzado su apoyo a los afectados, con un aumento de los fondos destinados a compensar las pérdidas ocasionadas por los ataques. Además, se han implementado medidas preventivas, como ayudas para la adquisición de mastines, instalación de cercas protectoras y compra de collares GPS para gestionar la localización del ganado.
La expansión del lobo ibérico en la región refleja un cambio significativo en los ecosistemas de la sierra madrileña, pero también plantea la necesidad de encontrar soluciones que garanticen tanto la conservación de esta especie como la seguridad del ganado y los habitantes de las zonas rurales.
En 2024, se registraron 191 ataques de lobos al ganado en la Comunidad de Madrid, según datos de la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior. Este repunte, frente a una media anual de 175 acometidas en años anteriores, preocupa a los ganaderos. Sin embargo, desde el sector denuncian que estas cifras oficiales no reflejan la realidad.
"Los lobos están descontrolados, han perdido el miedo al hombre y cualquier día atacarán a un niño perdido", advierte Jorge Izquierdo, secretario general de UPA Madrid (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos).
Ante esta situación, la Comunidad de Madrid ha reforzado su apoyo a los afectados, con un aumento de los fondos destinados a compensar las pérdidas ocasionadas por los ataques. Además, se han implementado medidas preventivas, como ayudas para la adquisición de mastines, instalación de cercas protectoras y compra de collares GPS para gestionar la localización del ganado.
La expansión del lobo ibérico en la región refleja un cambio significativo en los ecosistemas de la sierra madrileña, pero también plantea la necesidad de encontrar soluciones que garanticen tanto la conservación de esta especie como la seguridad del ganado y los habitantes de las zonas rurales.
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