José Mujica, expresidente uruguayo y exguerrillero, enfrenta su última lucha contra un cáncer de esófago diagnosticado en mayo de 2024.
En una declaración el jueves 9 de enero, el exmandatario confesó que su ciclo ha terminado, ya que la enfermedad terminal se ha extendido del esófago al hígado.
Mujica ha expresado su deseo de descansar en el jardín de su hogar junto a su perra Manuela, por lo que ha pedido que lo dejen “morir tranquilo”.
“Me estoy muriendo y el guerrero tiene derecho a su descanso”, declaró Mujica en la que será su última entrevista en los medios de comunicación.
Mujica fue encarcelado en 1972 debido a sus actividades como miembro de un grupo guerrillero contra el gobierno de Jorge Pacheco Areco.
En 1985, después de pasar casi 14 años en prisión en condiciones extremadamente duras, abandonó la lucha armada y se dedicó a la política.
Mujica se convirtió en uno de los líderes más carismáticos de Uruguay, destacando por su estilo de vida austero.
Tras ser elegido como presidente del país en 2009, rechazó vivir en la residencia presidencial y donó el 90% de su salario mensual a organizaciones sociales.
Mujica no solo fue alabado por su estilo de vida. Como presidente, legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo, incrementó el salario mínimo, impulsó programas de vivienda social y aumentó el acceso a la sanidad pública.
En una declaración el jueves 9 de enero, el exmandatario confesó que su ciclo ha terminado, ya que la enfermedad terminal se ha extendido del esófago al hígado.
Mujica ha expresado su deseo de descansar en el jardín de su hogar junto a su perra Manuela, por lo que ha pedido que lo dejen “morir tranquilo”.
“Me estoy muriendo y el guerrero tiene derecho a su descanso”, declaró Mujica en la que será su última entrevista en los medios de comunicación.
Mujica fue encarcelado en 1972 debido a sus actividades como miembro de un grupo guerrillero contra el gobierno de Jorge Pacheco Areco.
En 1985, después de pasar casi 14 años en prisión en condiciones extremadamente duras, abandonó la lucha armada y se dedicó a la política.
Mujica se convirtió en uno de los líderes más carismáticos de Uruguay, destacando por su estilo de vida austero.
Tras ser elegido como presidente del país en 2009, rechazó vivir en la residencia presidencial y donó el 90% de su salario mensual a organizaciones sociales.
Mujica no solo fue alabado por su estilo de vida. Como presidente, legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo, incrementó el salario mínimo, impulsó programas de vivienda social y aumentó el acceso a la sanidad pública.
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