La entrada de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en la vivienda de Koldo García, ex asesor del exministro José Luis Ábalos, se produjo con un despliegue de agentes armados, ariete y escudos, mientras el exasesor se encontraba con su esposa y su hija de tres años. Según un vídeo al que ha tenido acceso Europa Press, la irrupción tuvo lugar a las 08:02 horas del 20 de febrero de 2024, momento en el que los agentes gritaron "al suelo, Guardia Civil" al acceder al domicilio por la puerta principal.
Tras esposar a Koldo García y sentar a la familia en la sala principal, los agentes llevaron a cabo un registro que se extendió durante 12 horas. Según fuentes jurídicas, la UCO buscaba información relacionada con Víctor de Aldama, presunto intermediario de la trama investigada, y con el exministro Ábalos.
Durante el operativo, García colaboró señalando la ubicación de una caja fuerte, siete rifles de caza y entregando las claves de sus dispositivos electrónicos. El registro se trasladó posteriormente a una casa de aperos en una huerta de su propiedad y a la vivienda de su madre.
Koldo García ha calificado la intervención policial como "desproporcionada" y "salvaje", subrayando que él mismo había ofrecido las llaves de su domicilio tras conocer que era investigado. Además, fuentes cercanas al exasesor aseguran que las cámaras de seguridad del domicilio grabaron conversaciones de los agentes que califican como "comprometidas".
García ha negado rotundamente haber recibido mordidas, mientras que De Aldama mantiene sus acusaciones tanto contra el exasesor como contra el exministro Ábalos, declaraciones realizadas ante la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo.
Tras esposar a Koldo García y sentar a la familia en la sala principal, los agentes llevaron a cabo un registro que se extendió durante 12 horas. Según fuentes jurídicas, la UCO buscaba información relacionada con Víctor de Aldama, presunto intermediario de la trama investigada, y con el exministro Ábalos.
Durante el operativo, García colaboró señalando la ubicación de una caja fuerte, siete rifles de caza y entregando las claves de sus dispositivos electrónicos. El registro se trasladó posteriormente a una casa de aperos en una huerta de su propiedad y a la vivienda de su madre.
Koldo García ha calificado la intervención policial como "desproporcionada" y "salvaje", subrayando que él mismo había ofrecido las llaves de su domicilio tras conocer que era investigado. Además, fuentes cercanas al exasesor aseguran que las cámaras de seguridad del domicilio grabaron conversaciones de los agentes que califican como "comprometidas".
García ha negado rotundamente haber recibido mordidas, mientras que De Aldama mantiene sus acusaciones tanto contra el exasesor como contra el exministro Ábalos, declaraciones realizadas ante la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo.
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