Según un nuevo estudio, la dieta puede influir en la capacidad del organismo para combatir el cáncer de colon.
Una sobreabundancia de ácidos grasos omega-6, a menudo presentes en alimentos ultraprocesados, podría obstaculizar las propiedades antiinflamatorias y antitumorales de los ácidos grasos omega-3.
El estudio descubrió que, mientras que el tejido sano del colon mantiene un equilibrio de moléculas omega-3 y omega-6, los tumores mostraban niveles significativamente elevados de compuestos inflamatorios derivados del omega-6.
Este desequilibrio, impulsado por los aceites de semillas y los alimentos procesados, fomenta la inflamación crónica, favorece el crecimiento del cáncer y dificulta la recuperación.
El coautor del estudio, el Dr. Timothy Yeatman, explicó que «sin suficientes omega-3 para controlar la respuesta inflamatoria, el cáncer tiene la oportunidad de prosperar».
Los expertos recomiendan aumentar la ingesta de omega-3 procedente de fuentes como el pescado graso, las nueces, las semillas de chía y las semillas de lino para contrarrestar los efectos del exceso de omega-6.
«A medida que el ácido linoleico aumenta en el organismo, disminuye la cantidad de dos omega-3, EPA y DHA, en los tejidos (…) El estudio implica que si una persona tiene demasiados omega-6, probablemente necesite aumentar sus omega-3 para contrarrestar ese impacto», afirma el químico analista y profesor de pediatría Tom Brenna.
Una proporción equilibrada de estos ácidos grasos esenciales es crucial para reducir la inflamación y reforzar la capacidad del sistema inmunitario para suprimir las células cancerosas».
Dado que los alimentos procesados dominan actualmente la industria alimentaria, los hallazgos subrayan la importancia de las elecciones dietéticas en la prevención del cáncer y la salud en general.
Una sobreabundancia de ácidos grasos omega-6, a menudo presentes en alimentos ultraprocesados, podría obstaculizar las propiedades antiinflamatorias y antitumorales de los ácidos grasos omega-3.
El estudio descubrió que, mientras que el tejido sano del colon mantiene un equilibrio de moléculas omega-3 y omega-6, los tumores mostraban niveles significativamente elevados de compuestos inflamatorios derivados del omega-6.
Este desequilibrio, impulsado por los aceites de semillas y los alimentos procesados, fomenta la inflamación crónica, favorece el crecimiento del cáncer y dificulta la recuperación.
El coautor del estudio, el Dr. Timothy Yeatman, explicó que «sin suficientes omega-3 para controlar la respuesta inflamatoria, el cáncer tiene la oportunidad de prosperar».
Los expertos recomiendan aumentar la ingesta de omega-3 procedente de fuentes como el pescado graso, las nueces, las semillas de chía y las semillas de lino para contrarrestar los efectos del exceso de omega-6.
«A medida que el ácido linoleico aumenta en el organismo, disminuye la cantidad de dos omega-3, EPA y DHA, en los tejidos (…) El estudio implica que si una persona tiene demasiados omega-6, probablemente necesite aumentar sus omega-3 para contrarrestar ese impacto», afirma el químico analista y profesor de pediatría Tom Brenna.
Una proporción equilibrada de estos ácidos grasos esenciales es crucial para reducir la inflamación y reforzar la capacidad del sistema inmunitario para suprimir las células cancerosas».
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