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00:00Estamos de nuevo ante un consejo muy importante para el futuro de los derechos
00:05de los trabajadores y trabajadoras en Europa. Pero, si me permiten, quiero
00:10empezar señalando algo importante y es que las normas que hacemos y para quién
00:17gobernamos importa. Saben que he dicho durante mucho tiempo, tanto en mi país
00:22como en la propia presidencia europea, que un joven que transitaba en una
00:28bicicleta con un teléfono móvil en su mano, en una ciudad cualquiera del mundo,
00:34en Nueva York, en Madrid, en Vigo, en Bruselas, en Berlín o donde fuera,
00:39no era un emprendedor. Bien, hemos hecho normas que así lo disponen en nuestro
00:44país, con la denominada Ley Ryder y, como saben, en la presidencia española,
00:48en las sus siguientes presidencias europeas, para conseguir una directiva
00:53que regulase justamente lo que hoy ha pasado. Pues bien, por fin lo hemos
00:58conseguido y ninguna empresa, por grande que sea, por mucho poder que tenga,
01:03ninguna gran tecnológica puede imponerse a la democracia. Hoy ha ganado la
01:09democracia en nuestro país. Por fin, la empresa Glovo va a regularizar a más
01:15de 60.000 repartidores de distribución en nuestro país y me van a permitir
01:22que les digan que es el movimiento afiliativo más importante de la historia
01:27de España, realizado por la Inspección de Trabajo. Quiero dar las gracias al
01:31equipo técnico del Ministerio de Trabajo, a los inspectores e inspectoras de
01:35nuestro país, centenares que se han dejado la piel para que hoy una empresa
01:40cumpla con la legalidad vigente. El principio de legalidad se impone y, por
01:45fin, insisto, esta empresa va a regularizar y cumplir con sus
01:50obligaciones. Va a ser una regularización, una recaudación por un
01:54importe de 267 millones de euros y, aparte, el coste de las sanciones. Pero
02:02lo importante, insisto, es que por fin van a ser laborales estas personas en
02:08nuestro país.