Con motivo del Día contra la Violencia hacia las Mujeres, es crucial reflexionar sobre cómo protegerse de las dinámicas emocionales tóxicas.
Navegar por las relaciones, especialmente en el vasto mundo de las citas en línea, puede ser complicado y estar lleno de trampas.
‘Ghosting', ‘haunting', 'zombie-ing' y ‘breadcrumbing' son algunas de las prácticas más comunes que pueden socavar el bienestar emocional.
El ‘ghosting', o desaparición repentina sin explicación, es una de las experiencias más dolorosas y deja a la otra persona con muchas preguntas.
El ‘haunting’ es el siguiente paso: la persona reaparece de forma ambigua, con likes o comentarios en las redes sociales, sin abordar la situación abiertamente.
Luego está el 'zombie-ing', cuando una persona reaparece después de meses o años, creando confusión y frustración.
El ‘breadcrumbing', por su parte, consiste en dar sólo pequeñas muestras de interés para mantener atada a la otra persona sin ofrecer nunca una conexión real.
Del mismo modo, el ‘benching’ (en el banco) se produce cuando alguien te mantiene como una opción secundaria, sin materializar nunca una relación.
Una de las manipulaciones más insidiosas es el 'gaslighting', que hace dudar de la propia percepción de la realidad, creando un entorno mental confuso e inestable.
Por último, los 'vampiros emocionales' son personas que drenan tu energía sin devolver nada, dejándote cansado y desmotivado.
Para evitar estas trampas, es esencial reconocer las señales de alarma y construir relaciones basadas en la transparencia y la comunicación clara.
Navegar por las relaciones, especialmente en el vasto mundo de las citas en línea, puede ser complicado y estar lleno de trampas.
‘Ghosting', ‘haunting', 'zombie-ing' y ‘breadcrumbing' son algunas de las prácticas más comunes que pueden socavar el bienestar emocional.
El ‘ghosting', o desaparición repentina sin explicación, es una de las experiencias más dolorosas y deja a la otra persona con muchas preguntas.
El ‘haunting’ es el siguiente paso: la persona reaparece de forma ambigua, con likes o comentarios en las redes sociales, sin abordar la situación abiertamente.
Luego está el 'zombie-ing', cuando una persona reaparece después de meses o años, creando confusión y frustración.
El ‘breadcrumbing', por su parte, consiste en dar sólo pequeñas muestras de interés para mantener atada a la otra persona sin ofrecer nunca una conexión real.
Del mismo modo, el ‘benching’ (en el banco) se produce cuando alguien te mantiene como una opción secundaria, sin materializar nunca una relación.
Una de las manipulaciones más insidiosas es el 'gaslighting', que hace dudar de la propia percepción de la realidad, creando un entorno mental confuso e inestable.
Por último, los 'vampiros emocionales' son personas que drenan tu energía sin devolver nada, dejándote cansado y desmotivado.
Para evitar estas trampas, es esencial reconocer las señales de alarma y construir relaciones basadas en la transparencia y la comunicación clara.
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