• hace 6 meses
Cataluña ha adoptado un enfoque de sobrerregulación de la iniciativa privada en un intento de abordar el problema de la vivienda. Estas políticas, según Eduard Mendiluce, CEO de Aliseda, "carecen de sentido práctico y actúan en detrimento de los grandes propietarios". Además, el impacto de estas políticas restrictivas "no se limita al ámbito local". La falta de certidumbre y las regulaciones punitivas en Cataluña "frenan la inversión institucional tanto nacional como internacional", ha añadido Mendiluce en la IV Gran Jornada Inmobiliaria: Un año de oportunidades para el sector, organizada por elEconomista.es. Los inversores buscan estabilidad y previsibilidad, y la actual situación en esta autonomía les resulta desalentadora. Mendiluce ha comparado la situación con Alemania, donde sí hay un equilibrio entre regulación y colaboración con la iniciativa privada para crear un entorno de inversión atractivo.

Mendiluce ha advertido que "no se puede regular sin la iniciativa privada y sin provocar un shock de oferta que compense los efectos negativos de la regulación. Sin estas dos palancas, la regulación siempre será negativa".

Las estrictas regulaciones incluyen el control de alquileres, la protección de okupas ilegales y normas específicas contra los grandes tenedores. "La sobrerregulación no solo afecta a estos grandes tenedores, sino también a los pequeños propietarios y a cualquier persona involucrada en el mercado de alquileres", ha añadido.

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