Un estudio reciente afirma que tener hijos es considerado como la acción más perjudicial para el medio ambiente que alguien puede hacer.
Según el estudio, tener un hijo menos en promedio reduce 58,6 toneladas de emisiones de CO2 al año.
Es comparable a la reducción que se lograría si 684 adolescentes reciclaran sus residuos durante toda su vida.
Para ponerlo en perspectiva, vivir sin coche ahorra aproximadamente el equivalente a 2,4 toneladas de emisiones de CO2 al año.
Esto significa que la decisión de tener un hijo menos tiene un impacto mucho mayor en la reducción de emisiones de carbono que vivir sin coche.
Los planes gubernamentales de reciclaje y del uso de bombillas de bajo consumo resultan entre cuatro y ocho veces menos efectivos que simplemente seguir una dieta basada en vegetales para reducir la huella de carbono.
El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad de Lund en Suecia, y ha puesto de manifiesto la importancia de considerar el impacto ambiental de nuestras decisiones.
Según el estudio, tener un hijo menos en promedio reduce 58,6 toneladas de emisiones de CO2 al año.
Es comparable a la reducción que se lograría si 684 adolescentes reciclaran sus residuos durante toda su vida.
Para ponerlo en perspectiva, vivir sin coche ahorra aproximadamente el equivalente a 2,4 toneladas de emisiones de CO2 al año.
Esto significa que la decisión de tener un hijo menos tiene un impacto mucho mayor en la reducción de emisiones de carbono que vivir sin coche.
Los planes gubernamentales de reciclaje y del uso de bombillas de bajo consumo resultan entre cuatro y ocho veces menos efectivos que simplemente seguir una dieta basada en vegetales para reducir la huella de carbono.
El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad de Lund en Suecia, y ha puesto de manifiesto la importancia de considerar el impacto ambiental de nuestras decisiones.
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