Un viajero envía accidentalmente a su mascota a la máquina de rayos X en el aeropuerto de Virginia. El pasado viernes, un gato pasó en su transportín por el proceso de rayos X del Aeropuerto Internacional de Norfolk. La máquina produjo una imagen naranja que mostraba sus huesos y órganos internos. La TSA indica que hay que sacar a la mascota del transportín y colocar sólo el transportín vacío para que sea sometido a rayos X, nunca el animal. "La TSA reconoce que para muchos propietarios de mascotas, sus animales son una extensión de su familia y quieren viajar juntos", Anne Cross, Subdirectora Federal de Seguridad de la TSA en Colorado. "Familiarizarse con los procedimientos de control y cómo pasar el control de seguridad de forma rápida y sencilla es el primer paso para emprender un buen viaje con su mascota", Anne Cross. Los rayos X, que sólo se utilizan para controlar los efectos personales y el equipaje de mano de los pasajeros, no causaron daños al gato en este caso.
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