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El episodio comienza con Félix caminando soñando despierto, llevando su bolsa mágica de trucos. Mientras pasea, no se da cuenta de que hay un montón de carteles cerca, advirtiendo a los intrusos que se mantengan alejados. Félix se encuentra con un manzano y decide utilizar su Bolsa de Trucos para coger una manzana de él, haciendo salir una escalera mecánica de la bolsa. Félix, mientras come la manzana, está siendo observado desde un laboratorio cercano en la residencia del dueño de la propiedad, el profesor. Al principio, el profesor se enfada al ver a Félix invadiendo su propiedad y comiendo sus manzanas, pero se fija en la bolsa de Félix y en lo que puede hacer. Continúa espiando, y Félix sigue adelante, utilizando la bolsa como una canoa para cruzar un lago, y luego convirtiendo la bolsa en una mesa de almuerzo, completa con comida. Intrigado, el profesor decide finalmente que tiene que tener la bolsa para él. Utilizando un dispositivo electrónico, envía un rayo que agarra a Félix y lo arrastra hasta el laboratorio, dejándolo caer sobre una mesa de laboratorio, donde un rayo encogedor reduce inmediatamente a Félix a apenas una pulgada de altura, mientras el Profesor se cierne ominosamente sobre él y toma la bolsa mágica.
El profesor tiene la bolsa mágica en sus manos, riéndose de la desgracia de Félix. Pero en lugar de intentar abrir la bolsa de inmediato, decide echarse una siesta en lo alto de la cúpula de su laboratorio, sin ninguna razón aparente. Félix aprovecha la situación y silba para que su bolsa venga hacia él, que se convierte en una pelota de goma y rebota desde el agujero del observatorio en lo alto hasta el suelo. Desgraciadamente Félix pulsa accidentalmente una palanca del ordenador del profesor, que activa a un gran robot construido por éste. Félix actúa con rapidez y convierte su cola en un bigote, al que llama "disfraz del profesor". El robot se cree el disfraz, así que Félix le ordena que le acerque la bolsa mágica. Justo cuando el robot está a punto de cogerla, Félix vuelve a silbar y de la bolsa nágica sale a un canguro que procede a luchar con el robot. Después, el canguro consigue revertir el tamaño de Félix a la normalidad antes de volver a la bolsa. Como recompensa, Félix convierte su cola en un lazo de cuerda que arrastra al Profesor desde el techo hasta el suelo, despertándolo y frustrándolo tanto que utiliza una máquina de azotes que ha construido para golpearse a sí mismo por su fracaso. Victorioso y con la Bolsa de nuevo en su poder, Félix termina el episodio con un "¡derechazo!" y una carcajada.
El episodio comienza con Félix caminando soñando despierto, llevando su bolsa mágica de trucos. Mientras pasea, no se da cuenta de que hay un montón de carteles cerca, advirtiendo a los intrusos que se mantengan alejados. Félix se encuentra con un manzano y decide utilizar su Bolsa de Trucos para coger una manzana de él, haciendo salir una escalera mecánica de la bolsa. Félix, mientras come la manzana, está siendo observado desde un laboratorio cercano en la residencia del dueño de la propiedad, el profesor. Al principio, el profesor se enfada al ver a Félix invadiendo su propiedad y comiendo sus manzanas, pero se fija en la bolsa de Félix y en lo que puede hacer. Continúa espiando, y Félix sigue adelante, utilizando la bolsa como una canoa para cruzar un lago, y luego convirtiendo la bolsa en una mesa de almuerzo, completa con comida. Intrigado, el profesor decide finalmente que tiene que tener la bolsa para él. Utilizando un dispositivo electrónico, envía un rayo que agarra a Félix y lo arrastra hasta el laboratorio, dejándolo caer sobre una mesa de laboratorio, donde un rayo encogedor reduce inmediatamente a Félix a apenas una pulgada de altura, mientras el Profesor se cierne ominosamente sobre él y toma la bolsa mágica.
El profesor tiene la bolsa mágica en sus manos, riéndose de la desgracia de Félix. Pero en lugar de intentar abrir la bolsa de inmediato, decide echarse una siesta en lo alto de la cúpula de su laboratorio, sin ninguna razón aparente. Félix aprovecha la situación y silba para que su bolsa venga hacia él, que se convierte en una pelota de goma y rebota desde el agujero del observatorio en lo alto hasta el suelo. Desgraciadamente Félix pulsa accidentalmente una palanca del ordenador del profesor, que activa a un gran robot construido por éste. Félix actúa con rapidez y convierte su cola en un bigote, al que llama "disfraz del profesor". El robot se cree el disfraz, así que Félix le ordena que le acerque la bolsa mágica. Justo cuando el robot está a punto de cogerla, Félix vuelve a silbar y de la bolsa nágica sale a un canguro que procede a luchar con el robot. Después, el canguro consigue revertir el tamaño de Félix a la normalidad antes de volver a la bolsa. Como recompensa, Félix convierte su cola en un lazo de cuerda que arrastra al Profesor desde el techo hasta el suelo, despertándolo y frustrándolo tanto que utiliza una máquina de azotes que ha construido para golpearse a sí mismo por su fracaso. Victorioso y con la Bolsa de nuevo en su poder, Félix termina el episodio con un "¡derechazo!" y una carcajada.
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