• hace 5 años
Según un estudio de la Universidad de Duke, controlar los pequeños caprichos de la alimentación reduciría el riesgo de sufrir enfermedades. E invitó a todas las personas a disminuir 300 calorías de su dieta diaria. Independientemente del peso que se tenga, una restricción calórica moderada mantenida en el tiempo, supone una ventaja para la salud cardiovascular. Durante el estudio, en promedio, los voluntarios diminuyeron un 12% de ingesta calórica. Además, tras dos años de restricción calórica moderada, mejoraron sus niveles de colesterol, la presión arterial, lípidos plasmáticos, glucosa, entre otros marcadores de riesgo cardiovascular. Lo importante es saber seleccionar elegir lo que se restringirá, y no renunciar a las calorías de frutas o alimentos con alto porcentaje nutricional. Por ejemplo, un aperitivo de patatas fritas, 120 g de pizza, o 3/4 de un dónut. Entonces, ¿qué tan difícil puede ser?

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