Un científico chino asegura haber creado los primeros bebés con una modificación genética que les protege del virus del Sida. Dos gemelas. Lulu y Nana. Su padre es portador del VIH y temía no poder tener descendencia. Se puso en manos de este investigador que se encargó de editar el ADN de las pequeñas y de desactivar el gen que permite la entrada del virus. Un experimento polémico, sin contrastar, sin pruebas, que no se ha publicado en ninguna revista científica. Una práctica ilegal en Europa y en Estados Unidos que ha provocado un aluvión de críticas por parte de toda la comunidad científica. Le acusan de experimentar con seres humanos, de manipular bebés que, a priori, no están contagiados y advierten de los riesgos de utilizar la edición genética en embriones humanos porque no se conocen los efectos a largo plazo. Él se defiende, asegura que no quiere crear bebés de diseño sino familias sanas.
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