Desde hace más de cuatro años Panchito patrulla por las calles de la Pequeña Habana. Y desde entonces se sienten más seguros en el barrio más cubano de Miami. El caballo Panchito se ha convertido en la atracción turística favorita de miles de personas que visitan este barrio cubano. En ocasiones hasta 2000 turistas se concentran en las calles del barrio. Y casi todos quieren ver, tocar o echarse una foto con Panchito y con el oficial Eduardo Pérez, el jinete. Vecinos y comerciantes dicen sentirse más seguros. Pérez y su compañero equino pertenecen a la única unidad de policía montada de Miami, que cuenta con doce caballos y nueve oficiales y un sargento. Además aseguran que la policía montada es una de las mejores formas de prevenir el crimen. Tras la jornada, Pérez se toma un café en uno de las cafeterías del barrio y de vuelta en los establos Panchito recibe un refrescante baño. Al día siguiente toca volver al trabajo: proteger y servir a vecinos y turistas que siguen convirtiendo a esta pareja en la más famosa de La Pequeña Habana. -Redacción-
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