El último detenido en la operación contra ETA en Guipúzcoa es Iraitz Santa Cruz Ugalde y podría estar relacionado directamente con el comando que asesinó en Azpeitia al empresario Ignacio Uría. Según las Fuerzas de Seguridad prestó a los terroristas el coche de su padre, un Volvo granate para que emprendieran la huida tras cometer el atentado. La operación sigue abierta con el registro de varios domicilios como este en Hernani relacionados con los etarras. Anoche la Ertzaintza inspeccionó durante tres horas la vivienda del último detenido. A Iraitz Santa Cruz se suman los otros dos arrestados Mikel Garmendia y Manex Castro Zabaleta, detenido en Billabona el mismo día de las elecciones vascas. Ayer el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ordenó su ingreso inmediato en prisión tras la inspección de su domicilio. A él y a su comando se les acusa de haber llevado a cabo los últimos atentados en los montes de Erlo y Santa Bárbara de Hernani, y contra la casa del pueblo de Lazkano. En busca y captura permanecen otros tres miembros del comando: Beinat Aginagalde, Ugaitz Erraskin y un liberado de la banda.
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