El Ballet Nacional Georgiano Sukhishvili ha sobrevivido al comunismo, a la Guerra Fría y al desmembramiento de la Unión Soviética. Entre sus admiradores se encontraban Stalin y Elvis Presley. Sus actuaciones tienen lugar en algunos de los escenarios más famosos del mundo.
Pero hace 70 años nació como una simple empresa familiar. Fue fundada por Iliko Sukhishvili y Nino Ramishvili. Su primer nombre fue Compañía Estatal de Danza Georgiana.
Hoy es la nieta del fundador, también bailarina, la que dirige la empresa.
“Mi familia hizo muy popular la danza georgiana inlcuso entre los más jóvenes y eso es muy importante. No hay otro país en el que el folclore sea tan popular. Creo que ésta es una importante manera de conservar la identidad de nuestra nación”, asegura Nino Sukhishvili.
Muchos niños asisten hoy a las clases de danza que se imparten en la escuela que posee el Ballet Nacional en Tiflis, la capital de Georgia.
Las jornadas de ensayo son largas y las técnicas propias de la danza georgiana, difíciles de aprender.
“Todo depende de tu forma física. Tus piernas son muy importantes y también la columna vertebral. Para hacerlo bien debe gustarte mucho este tipo de danza. Debes trabajar mucho. Es la única manera de aprender”, explica Pikra Kipshidze, una de las bailarinas de la compañía.
El Ballet Nacional Georgiano “Sukhishvili” está formado por 110 bailarines y 15 músicos. La compañía ya ha ofrecido espectáculos en 100 países de los cinco continentes.
Pero hace 70 años nació como una simple empresa familiar. Fue fundada por Iliko Sukhishvili y Nino Ramishvili. Su primer nombre fue Compañía Estatal de Danza Georgiana.
Hoy es la nieta del fundador, también bailarina, la que dirige la empresa.
“Mi familia hizo muy popular la danza georgiana inlcuso entre los más jóvenes y eso es muy importante. No hay otro país en el que el folclore sea tan popular. Creo que ésta es una importante manera de conservar la identidad de nuestra nación”, asegura Nino Sukhishvili.
Muchos niños asisten hoy a las clases de danza que se imparten en la escuela que posee el Ballet Nacional en Tiflis, la capital de Georgia.
Las jornadas de ensayo son largas y las técnicas propias de la danza georgiana, difíciles de aprender.
“Todo depende de tu forma física. Tus piernas son muy importantes y también la columna vertebral. Para hacerlo bien debe gustarte mucho este tipo de danza. Debes trabajar mucho. Es la única manera de aprender”, explica Pikra Kipshidze, una de las bailarinas de la compañía.
El Ballet Nacional Georgiano “Sukhishvili” está formado por 110 bailarines y 15 músicos. La compañía ya ha ofrecido espectáculos en 100 países de los cinco continentes.
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