Madrid, 13 dic (efesalud.com). La oftalmóloga Alejandra Amesty Morello, especialista en cirugía oculoplástica de Vissum, nos explica en este videoblog la resolución de algunas patologías externas al ojo que condicionan la visión y la salud del globo ocular, como las malposiciones palpebrales, los carcinomas en la piel que los rodea, el lagrimeo continuo, los problemas en los huesos y músculos de sus órbitas y, desde el punto de vista estético, el rejuvenecimiento audaz de los párpados.
Los párpados, dos en cada ojo, inferior y superior, pliegues de piel compuestos de membrana y músculo situados de canto en las órbitas, ayudan a proteger los ojos cubriéndolos y descubriéndolos: proporcionan una distribución homogénea de la humedad en la superficie ocular, la limpian de partículas adheridas, cortan la intensidad lumínica incidente y evitan impactos, o los minimizan, con gran rapidez y eficacia.
Pero existen muchísimos problemas en los párpados que pueden poner en riesgo nuestra visión, como las malposiciones palpebrales, que no son otra cosa que los párpados rotados hacia fuera o hacia dentro (ectropion y entropion) y la ptosis, párpado caído. La gran mayoría se corrigen con cirugía oculoplástica.
"El ectropion, párpado hacia fuera, puede ocasionar lagrimeo, molestias, enrojecimiento e irritación ocular crónica, cuando no dolor. El entropion, párpado hacia dentro, puede provocar heridas graves en el ojo por el rozamiento continuo de las pestañas. El párpado caído, conocido por ptosis palpebral, además de afear la belleza del ojo, causa perturbación en el campo visual porque el párpado ocluye parcialmente la pupila", señala la doctora Amesty.
La piel de los párpados está expuesta a tumores malignos y benignos. Ambas patologías necesitan cirugía y reconstrucción estética.
"Los carcinomas basocelulares y espinocelulares, muy frecuentes en la piel corporal expuesta al sol, también aparecen en los párpados, sobre todo en los párpados inferiores. No basta eliminar los tumores -asevera-, también hay que saber reconstruir la zona dañada para restaurar la anatomía de los párpados".
Otra patología de la zona ocular la encontramos en los tapones del sistema lagrimal, la epífora, ya sea por una producción excesiva de lágrima o por una obstrucción en la conducción; problemas muy frecuentes en personas mayores.
"Cuando el problema insalvable consiste en un defecto en el drenaje lagrimal, imaginemos que se trata de una tubería atascada, se resuelve creando una vía alternativa para que la lágrima baje hacia la nariz, su conducto natural; es decir, crear una tubería artificial. Esta operación quirúrgica se denomina dacriocistorinostomía (DCR)", apunta la cirujana.
Los ojos se encuentran protegidos y acondicionados en las órbitas, cavidades con estructura ósea situadas a ambos lados de la nariz, donde se alojan los globos oculares.
"Estas cavidades están delimitadas por un techo, un suelo, una pared medial y otra lateral con el fin de proteger a los ojos de posibles traumatismos. Cuando el hueso que rodea al ojo se fractura por un accidente, de tráfico o similar, o por un impacto, como un puñetazo o una pedrada, se puede generar visión doble o el hundimiento del globo ocular dentro de su órbita", dice.
También se registran episodios inflamatorios en los músculos y la grasa de la zona orbital que rodean al ojo en la zona. Es el cirujano oculoplástico quien se encarga de poner el tratamiento adecuado.
Algunos tumores también pueden crecer en la órbita y deben ser tratados para evitar complicaciones en el globo ocular y en el nervio óptico.
Al igual que se pueden reparar los párpados para mejorar el funcionamiento y la protección del globo ocular, se pueden operar los párpados para eliminar el exceso de piel y grasa por un motivo cosmético, blefaroplastia.
"Mejoramos el aspecto del párpado, y de paso la sensación de bienestar del los pacientes, eliminando el exceso de piel y grasa de los párpados inferior y superior de cada ojo, o levantando el párpado superior para mejorar el campo de visión y conseguir una mejoría en las molestias secundarias a la pesadez de tener un párpado muy cargado", observa la experta en cirugía oculoplástica.
Para la doctora Alejandra Amesty, esta superespecialidad oftalmológica "ha llegado para quedarse en la oftalmología", ya que trata problemas graves que ponen en riesgo la salud visual de las personas.
Nuestras facciones y nuestros ojos no solo concentran el rigor del paso del tiempo, sino que resultan decisivos a la hora de mantener la calidad de vida de las personas.
"Estamos destinados a vivir más años que nuestros abuelos, por lo que necesitamos mantener nuestra calidad visual día a día. Todo lo que nos ayude a perpetuar una visión natural y nuestro maravilloso aspecto exterior servirá para ofrecer nuestra mejor sonrisa", concluye.
MÁS VÍDEOS Y REPORTAJES: http://www.efesalud.com/
Los párpados, dos en cada ojo, inferior y superior, pliegues de piel compuestos de membrana y músculo situados de canto en las órbitas, ayudan a proteger los ojos cubriéndolos y descubriéndolos: proporcionan una distribución homogénea de la humedad en la superficie ocular, la limpian de partículas adheridas, cortan la intensidad lumínica incidente y evitan impactos, o los minimizan, con gran rapidez y eficacia.
Pero existen muchísimos problemas en los párpados que pueden poner en riesgo nuestra visión, como las malposiciones palpebrales, que no son otra cosa que los párpados rotados hacia fuera o hacia dentro (ectropion y entropion) y la ptosis, párpado caído. La gran mayoría se corrigen con cirugía oculoplástica.
"El ectropion, párpado hacia fuera, puede ocasionar lagrimeo, molestias, enrojecimiento e irritación ocular crónica, cuando no dolor. El entropion, párpado hacia dentro, puede provocar heridas graves en el ojo por el rozamiento continuo de las pestañas. El párpado caído, conocido por ptosis palpebral, además de afear la belleza del ojo, causa perturbación en el campo visual porque el párpado ocluye parcialmente la pupila", señala la doctora Amesty.
La piel de los párpados está expuesta a tumores malignos y benignos. Ambas patologías necesitan cirugía y reconstrucción estética.
"Los carcinomas basocelulares y espinocelulares, muy frecuentes en la piel corporal expuesta al sol, también aparecen en los párpados, sobre todo en los párpados inferiores. No basta eliminar los tumores -asevera-, también hay que saber reconstruir la zona dañada para restaurar la anatomía de los párpados".
Otra patología de la zona ocular la encontramos en los tapones del sistema lagrimal, la epífora, ya sea por una producción excesiva de lágrima o por una obstrucción en la conducción; problemas muy frecuentes en personas mayores.
"Cuando el problema insalvable consiste en un defecto en el drenaje lagrimal, imaginemos que se trata de una tubería atascada, se resuelve creando una vía alternativa para que la lágrima baje hacia la nariz, su conducto natural; es decir, crear una tubería artificial. Esta operación quirúrgica se denomina dacriocistorinostomía (DCR)", apunta la cirujana.
Los ojos se encuentran protegidos y acondicionados en las órbitas, cavidades con estructura ósea situadas a ambos lados de la nariz, donde se alojan los globos oculares.
"Estas cavidades están delimitadas por un techo, un suelo, una pared medial y otra lateral con el fin de proteger a los ojos de posibles traumatismos. Cuando el hueso que rodea al ojo se fractura por un accidente, de tráfico o similar, o por un impacto, como un puñetazo o una pedrada, se puede generar visión doble o el hundimiento del globo ocular dentro de su órbita", dice.
También se registran episodios inflamatorios en los músculos y la grasa de la zona orbital que rodean al ojo en la zona. Es el cirujano oculoplástico quien se encarga de poner el tratamiento adecuado.
Algunos tumores también pueden crecer en la órbita y deben ser tratados para evitar complicaciones en el globo ocular y en el nervio óptico.
Al igual que se pueden reparar los párpados para mejorar el funcionamiento y la protección del globo ocular, se pueden operar los párpados para eliminar el exceso de piel y grasa por un motivo cosmético, blefaroplastia.
"Mejoramos el aspecto del párpado, y de paso la sensación de bienestar del los pacientes, eliminando el exceso de piel y grasa de los párpados inferior y superior de cada ojo, o levantando el párpado superior para mejorar el campo de visión y conseguir una mejoría en las molestias secundarias a la pesadez de tener un párpado muy cargado", observa la experta en cirugía oculoplástica.
Para la doctora Alejandra Amesty, esta superespecialidad oftalmológica "ha llegado para quedarse en la oftalmología", ya que trata problemas graves que ponen en riesgo la salud visual de las personas.
Nuestras facciones y nuestros ojos no solo concentran el rigor del paso del tiempo, sino que resultan decisivos a la hora de mantener la calidad de vida de las personas.
"Estamos destinados a vivir más años que nuestros abuelos, por lo que necesitamos mantener nuestra calidad visual día a día. Todo lo que nos ayude a perpetuar una visión natural y nuestro maravilloso aspecto exterior servirá para ofrecer nuestra mejor sonrisa", concluye.
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