• hace 11 años
Es un día de Gloria. Con ella subo a un bufete en un ascensor antiguo reformado, tras un café en una terraza de Santa Cruz. Mujer temperamental donde las haya, su señoría es una letrada de sensibilidad social a flor de piel que no tiempla gaitas. La diputada se desenvuelve a sus anchas, dentro y fuera de la Cámara legislativa canaria.